El objetivo va más allá de lo que necesita el futbolista para desarrollar un mejor nivel en el campo como pueden ser elevados niveles de capacidad aeróbica, anaeróbica, explosividad, fuerza y capacidad para repetir sprints. La meta con este inicio también es el de mostrarles que el conseguir objetivos requiere de una etapa de aprendizaje, que reconozcan el valor de lo que conlleva un esfuerzo continuado. Además favorece la relajación y la descarga de la tensión y nervios que a menudo acumulan entre semana.
Hablando sobre el césped, el entrenamiento volvió a dejar muestras del buen grupo y gran sintonía que muestran todos en su conjunto, pese a llevar 3 semanas de actividad. Comenzó con un importante calentamiento articular, seguido de un poco de actividad muscular en un circuito físico, con juegos por parejas. Es importante que los chicos además de desarrollar la actividad, también se sientan a gusto.
Tras esto, se dividió el grupo y se elaboraron circuitos físico técnicos por entradas sucesivas, dónde ya empezó a entrar el juego el esférico. Tras ello se dispuso un triangular en el campo para hacer un poco más lúdica la parte final, tras tanta carga física durante la jornada. Así, rumbo a vestuarios, ducha y fin a otra gran jornada.