La jornada se prometía intensa a nivel físico para los integrantes del taller, pero un inesperado cambio ante el que nada se puede hacer, provocó un cambio de rumbo del entreno. Cuando la lluvia hizo acto de presencia, se esperaba una ligera llovizna con la que el entrenamiento podía proseguir con la idea inicial. Ante tal circunstancia, el rápido traslado de pista mostró la eficiencia del centro, gracias a la cual no retraso apenas 5 minutos la continuación del mismo.
Una vez en la pista indoor, Arturo Pérez planificó un nuevo entrenamiento, adaptado a las condiciones de la pista. Se paso a realizar un entrenamiento más enfocado al desarrollo de las habilidades técnicas de los chicos, así como la circulación de balón y definición a portería. Con esto los integrantes de este taller de valores, pudieron aprender de manera indirecta cómo, aun cuando hay cosas que no podemos controlar y nos arruinan planes iniciales, siempre hay que saber ser creativos y creer en el nuevo plan que pones en marcha, a fin de cuentas, aprendieron como saber adaptarse al entorno y circunstancias.
Incluso con el cambio de pistas, los chicos dieron el cien por cien como viene siendo habitual desde el comienzo de la presente temporada, dando más razones para postularse como uno de los mejores grupos que ha visto este taller desde sus inicios.
A la conclusión de la sesión, vuelta a vestuarios y ducha pertinente esperando a la próxima semana.